Satélites, sumideros de carbono y cambio climático
agosto 22, 2024 por Redacción VUA medida que las temperaturas globales siguen aumentando, podemos ir viendo cada vez más efectos directos e indirectos de esto en distintos rincones del planeta: desde el derretimiento de los glaciares hasta la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos. Más allá de observar su efecto, para terminar de entender realmente cómo nos afecta el cambio climático -y qué podemos hacer para mitigar su impacto en la vida terrestre-, es esencial contar con herramientas precisas que nos permitan medir estos cambios. Entre ellas, por ejemplo, se encuentran los satélites, que juegan un rol crucial al monitorear la atmósfera, los océanos y cursos de agua, y la superficie terrestre.
Lectura extra: Treinta años de datos sobre el aumento del nivel del mar – NASA
Los satélites como los Observatorios Orbitales de Carbono (OCO) de la NASA, están diseñados específicamente para medir concentraciones de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera, un gas de efecto invernadero clave en el calentamiento global. Gracias a estas mediciones, los científicos pueden mapear las fuentes que emiten CO₂, como la quema de combustibles fósiles, y los sumideros que lo absorben -bosques y océanos-. Los datos recolectados son vitales para entender la dinámica del carbono en el planeta y prever cómo estos sumideros naturales podrían cambiar en el futuro, especialmente ante el aumento de la deforestación y la acidificación de los océanos.
El monitoreo constante y preciso que brindan los satélites nos permite tomar decisiones informadas en cuanto a políticas ambientales y gestión de recursos naturales. Sabemos, por ejemplo, que los sumideros de carbono están absorbiendo casi la mitad de las emisiones de CO₂ que generamos, lo que subraya la importancia de conservar estos ecosistemas para mantener el equilibrio atmosférico. Pero también sabemos que la capacidad de estos sumideros puede disminuir si no tomamos medidas ahora para protegerlos.
Lectura extra: OCO-2 Observatory – NASA
En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, la capacidad de medir y entender estos impactos no solo es un ejercicio académico, sino una necesidad urgente. Los datos recopilados por los satélites son una herramienta poderosa para predecir futuros escenarios climáticos y tomar acciones concretas que protejan la vida terrestre. Por eso, es fundamental una inversión sostenida en ciencia y tecnología que nos permita conocer y mitigar los efectos del cambio climático antes de que sea demasiado tarde.